“Quiero jugar sin insultos” es el lema elegido con el Comité Provincial de Árbitros de balonmano en Málaga para llamar la atención de cualquier conducta anti educativa que se produzca durante la competición. La campaña, que cuenta con el apoyo de la Diputación Provincial de Málaga, celebrará una primera jornada divulgativa en La Térmica el próximo día 2 de febrero, en la que participarán árbitros, entrenadores, jugadores y familiares que habitualmente acompañan a los equipos. Está abierto también a la participación de cualquier seguidor o aficionado que así lo desee.
Tres puntos de vista se pondrán sobre la mesa. El primero de manos de Juan Antonio Bernal, experimentado árbitro andaluz, miembro del CTA como designador y abanderado de esta campaña. Miguel Rueda Román “Micri” dará su visión desde la perspectiva del entrenador-educador como técnico del equipo de División de Honor Plata de Antequera y como padre de un jugador de balonmano, y el tercero será el árbitro de fútbol Ángel Andrés Jiménez, colegiado de fútbol conocido por su decidida apuesta por el juego limpio, que desde hace años participa en la Plataforma 090 para evitar conductas similares de los campos de fútbol, y que dará una perspectiva muy amplia en este sentido. Ángel es conocido como el “árbitro de la paz”.
Los clubes además se podrán adherir a esta iniciativa, que parte de la premisa de que los árbitros son la autoridad sobre el terreno de juego y los responsables de que se cumpla el reglamento para un desarrollo normal de los partidos. Los clubes deben concienciar a sus técnicos, jugadores y aficionados a que respeten la figura del colegiado porque de las acciones incorrectas que puedan darse, puede adquirirse un mal hábito en un jugador en etapa de formación y desarrollo personal. Por la misma razón hay que evitar insultos, gritos y gestos inapropiados durante la competición y para ello es importante el respeto mutuo entre los seguidores de los equipos.
Para finalizar, es importante animar desde las gradas a los jugadores para que se sientan arropados por sus padres, familiares, amigos y aficionados en general. Hay que tomar conciencia de que el resultado en estas categorías es lo de menos puesto que los participantes juegan para pasarlo bien, aprender y formarse.